lunes, 5 de marzo de 2012

La belleza mata

Esta es una historia que escribí, que tiene una critica social, ( o esa fue mi intencion al menos) y que los haga pensar .....



Mi nombre es Guadalupe, mis amigos me dicen lupita, y esta es mi historia: tengo 16 años y soy anoréxica, sé que muchos al leer esto pensaran “que tonta” o “por que hace eso”. No estoy loca ni tonta, si quieren conocer a los culpables que me orillaron a esto, mírense en el espejo; ustedes y la sociedad fueron los que me orillaron a esto.
Comenzare desde el principio, yo crecí y me eduque como todos los demás, cuando tenía 13 años, comencé a notar que a que todas las modelos y las actrices eran muy delgadas, todos querían a la gente flaca, incluso escuchaba a mi papa burlarse de la gente gorda. A esa edad fue cuando comencé a esconder la comida que no quería y después la tiraba, nadie se daba cuenta y yo era feliz, pero después de un tiempo lo debe y me olvide de eso.
Cuando tenía 14 y nos pesaron en la escuela, resulto que yo pesaba 63 kilos, 63 asquerosos kilos, y en una consulta al doctor que tuve que hacer porque me había enfermado, me dijeron que tenía un poquito de sobrepeso, no necesitaba que me lo dijeran directamente, entendí que estaba gorda, era gorda y caí en depresión, y lo olvidaba comiendo pura comida chatarra.
Después cuando tenía 15 años, un día estaba navegando por la red, encontré una página que decía “Tips Ana”, entre por pura curiosidad a la pagina y en el titulo decía “Princesas de cristal”, la decoración era linda y llamativa , así que me puse a mirar lo que decía, usaban muchas palabras que nunca había escuchado, había una sección con definiciones así que entre, descubrí que Ana era el nombre artístico de la anorexia, Mia el de la bulimia y princesas eran todas que “había elegido” este “estilo de vida” ; leí mas y resulto que muchas de las cosas que ellas hacían , yo las hacía desde los 13 años, y además descubrí que no estaba sola, leí que se identificaban con pulseras de colores, probé usar una y resulto, conocí a un grupo de chicas que también eran princesas, nos pasamos nuestros correos electrónicos e hicimos un foro donde hablábamos, hacíamos carreras, publicábamos dietas, tips, inspiraciones. Dos meses después, me volví a subir a la bascula para pesarme y ver si había logrado bajar de peso, resulto que había bajado 8 kilos, ahora pesaba 55 kilos, pero yo quería bajar más; todas las princesas teníamos una meta, la de algunas era llegar a pesar solo 30 kilos, algunas de pesar 40 o 48, la mía era llegar a pesar 45kilos y solo me faltaba perder 10 kilos.
Algunas veces olvidaba que era una princesa que buscaba la perfección y me permitía comer lo que quisiera, pero después me sentía como una cerda asquerosa que no merecía vivir, pero siempre que buscaba apoyo, recibía frases de aliento:
“caer está permitido, levantarse es obligatorio”
“Nadie dijo que fuera fácil ser una princesa”
Esas frases me daban fuerza para poder seguir, cuando las leía me inspiraban, ayunaba más tiempo, hacia mas ejercicio, tomaba mas laxantes, cualquier cosa para poder perder peso de una forma u otra, llegaría a ser perfecta, para nosotras la perfección es ser delgada y liviana como una pluma que vuela en el viento. Dos meses después, solo me faltaba perder 5 kilos para llegar a mi meta; pero fue entonces cuando mi cabello se comenzó a caer, mis uñas se hicieron mas frágiles, tenia remarcadas mis ojeras y siempre me sentía muy cansada y me daban fuertes dolores de cabeza; entonces comencé a tomar medidas de seguridad para que nadie sospechara: comencé a tomar vitaminas, agua y una manzana al día, comencé a usar productos para la perdida de cabello, me pintaba las uñas y seguía con mi vida.
Mis padres siempre querían que comiera mas, los odiaba por eso, ellos no entendían que “la comida es como el arte, existe para verse, no para comerse”; los odiaba porque me obligaban a comer, no entendían que yo era feliz estando en ayunas o comiendo muy poco. Siendo Ana, tenía mucho tiempo libra, todo el tiempo que desperdiciaba comiendo, lo comencé a usar para cosas productivas: aprender a tocar un instrumento, leer libros, escuchar música, hacer origami, estudiar para la escuela (aunque admito que detestaba hacer eso) con tanto tiempo libre, una tiene que hacer lo que sea para distraer su mente de la comida. Me encantaba escuchar música, principalmente la que me motivaba o inspiraba a seguir adelante, canciones como
“mañana empieza hoy” de Mago de Oz
“esta soy yo” de El sueño de Morfeo
“supermodel” de Jill Sobule
“90-60-90” de Flor Villagra
“Beauty from pain” de Superchick
“Courage” de Superchick
“Not gonna get us” de Ta.tu
Dos meses más tarde me volví a pesar en la bascule y ahora había bajado 15 kilos y ahora pesaba 40 kilos, me sentía tan feliz y ligera como una pluma; pero fue entonces cuando mis padres me traicionaron, llamaron a una clínica para internarme y me llevaron a la fuerza dos hombres que trabajaban allí; entraron a mi cuarto y me sujetaron de los brazos y me llevaron a rastras, al principio no entendía nada
-que hacen?, suéltenme, no tienen derecho a hacerme esto
-claro que si lo tienen – dijo mi padre – nosotros se lo dimos
-por que me hacen esto? – pregunte enojada y gritándoles
- es por tu bien hija – fue lo que contesto mi madre
- los odio
 Eso fue lo último que les grite antes de que me sacaran de mi casa.
Me llevaron a una clínica, o como yo la llamo “prisión para princesas”, cuando llegue, era la hora de la comida, nos servían tazones enormes llenos de comida grasosa y asquerosa, había papas fritas, hamburguesas, pasta, panes, toda la comida que me había empeñado en evitar ingerir me la servían en tazones enormes para que las comiera, sentí unas nauseas horribles, con el simple hecho de ver tanta comida.
Me sentaron a comer y yo simplemente me puse a jugar con la comida, había una chica a mi lado y susurrando le pregunte
- Eres Ana o Mia?
La chica me enseño una pulsera, era obvio que era Mia; suertuda, era más fácil para ellas estar aquí que para las princesas ana, las mia simplemente iban al baño y regresaban lo que se habían comido. Después de la comida, nos llevaron a todas a un cuarto que tenia sillas y una grabadora en medio, le pusieron el botón de reproducir de la grabadora , y comenzaron a sonar canciones contra Ana y Mia, lo recuerdo claramente, las personas que nos atendían allí nos decían
-esta canción se llama “espejismos” es de porta, un rapero y habla sobre la bulimia
-esta canción se llama “Ana y Mia” es de Marysol Márquez, una cantante mexicana
- esta canción se llama “Dieciséis” es de chenoa, otra cantante muy conocida
Creían que con esas canciones nos podían lavar el cerebro para que abandonáramos a Ana y Mia; pero yo nunca la iba a abandonar, prefería mil veces morir delgada a vivir gorda. Supuestamente, iba a estar encerrada allí hasta que llegara a mi peso norma que según ellos era 56 kilos y yo pesaba 40, según ellos, lo lograrían en 8 semanas, que son dos meses. Prefería morir como princesa.
Pase mi cumpleaños numero 16 en la clínica, allí me dieron un pastel de cumpleaños, para colmo, era de sabor chocolate, asqueroso chocolate. Querían ver que lo comiera, entonces entre en pánico, había sacado al chocolate de mi sistema hacía mucho tiempo y no dejaría que eso entrara a mi cuerpo nunca más; así que me negué a comerlo, ellos insistieron y yo seguía negándome a comerlo, entonces me amarraron a la silla y dijeron
- No te levantaras hasta que te lo hayas comido todo
Entonces recordé un modo de vomitar sin meterme los dedos a la garganta, así que decidí comerlo, aun que cada bocado era un infierno para mí, me lo comí todo, aunque caían lagrimas de mis ojos a cada bocado que entraba a mi boca, por todas las asquerosas calorías que estaban entrando a mi cuerpo
- Buena niña – me dijeron y me acariciaron la cabeza como su fuera un cachorrito que entrenaban o un perro, me levante y fui a la cocina y me serví un vaso con agua y vinagre y fui al baño, me lo tome e inmediatamente comencé a vomitar todo ese pastel que me había tragado; cuando todo salió, yo estaba feliz, limpie la tasa, tire de la cadena y me limpie los dientes y Salí. Pero cuando Salí, dos enfermeras me esperaban afuera muy molestas, me tomaron de los brazos y me llevaron a la zona del hospital y me pusieron una intravenosa en mi brazo, no sé qué era lo que me pusieron, pero me hiso sentirme rara, más pesada, no sé como explicarlo, y así me tuvieron 3 días; después me la quitaron y me supieron en la bascula, había subido 2 kilos, me quería morir.
Fue entonces cuando todo el ayuno, el ejercicio y el enojo cobraron lo correspondido en mi cuerpo, me llego un ataque al corazón, sentí que la vida se me iba y entonces morí. Cuando las demás chicas se enteraron, lloraron por mi muerte, me organizaron un funeral en la clínica, y una de ellas paso al micrófono y dijo
- Al menos murió, siendo una princesa e intentando llegar a ser perfecta, ahora lo es, princesa hasta la muerte……..perfecta hasta los huesos, nunca te olvidaremos lupita….
Y eso es todo, ese fue el precio que yo y muchas otras chicas tuvimos que pagar, por su enfermiza obsesión por mujeres perfectas, delgadas y bellas, la perfección no está en el físico, y yo tuve que morir para entenderlo, no dejen que esto suceda a las niñas más pequeñas de 10 años para abajo, ustedes pueden detenerlo, simplemente no quieren hacerlo; pues entonces después no se anden quejando con que “esa niña esta loca, porque quiere ser tan esquelética”, recuerden que ustedes fueron quienes ocasionaron esto; como dice la ley de newton : “ a toda acción corresponde una reacción de igual o mayor en sentido

viernes, 2 de marzo de 2012

Por que?

El camino con Dios
Dejando atras su hueyas en la arena
La tremuneciente luz del cielo...
Brillo sobre las hueyas de sus vidas
Alegria...
Y felicidad...
brillaron de ambas huellas.

Sin embargo, en tiempos problematicos y de desesperacion...
En mis momentos de insoportable tristeza...
En mis momentos de insoportable dolor...
podria unicamente haber un conjunto de huellas.

Querido Dios...
En mis momentos de alegria y felicidad...
Durante esos momentos, estuviste ahi para mi.]

Sin embargo...
cuando mas te necesitaba..
Por que no estubiste ahi para mi?