Capitulo 1
Puedo sentir
los huecos fríos y vacios de mi jaula, no logro sentir la diferencia
cuando logro sacar mis dedos de la jaula, pero sé que la hay una diferencia,
pero nunca recuerdo haber estado fuera, haber sido libre ni nada de eso. No
conozco la libertad, para mi es solo una palabra sin sentido. Todo lo que se lo
aprendí yo sola, no tengo memoria, familia o recuerdos, lo único que tengo o más
bien debería decir que me tiene a mi es esta fría jaula de metal que no me deja
irme y nunca lo hará. Nunca sabré porque estaré encerada pero deje de
preguntarme eso hace años. No sé nada, excepto esa única palabra que permanece
en mi mente por alguna razón, no comprendo nada cuando me hablan aunque los
oiga no puedo escucharlos ni hablar. Nunca entiendo nada, no comprendo el vacio que siento por dentro
ni el nombre de las cosas que caen de mis ojos cuando me siento mal, ni que es
esa sensación horrible cuando me hacen algo que me provoca que mi piel gotee un
liquido rojo o solo se ponga rojo, es extraño, logro identificar los colores y
las partes de mi cuerpo, pero no logro identificar estas sensaciones tan extrañas.
A veces comienzo a volar cuando veo a mi captor, si no lo hago escucho sonidos
fuertes y extraños. No entiendo lo que dicen, si es que acaso me hablan.
Quisiera salir de aquí, saber que en realidad hay una diferencia entre estar
encerrada y libre; estoy segura que debe de haber una diferencia, aunque sé que
es un sueño imposible, vale la pena soñar, aunque nunca lo consigues y sepas
que nunca podrás lograrlo, uno tiene que tener esperanza, “la esperanza es lo
último que muere” se que escuche esa frase alguna vez, sino como podría recordarla.
No se lo que soy, ni de dónde vengo, solo se que
puedo volar, gracias a mis alas que son bancas como la luna, la misma luna que
puedo ver desde la ventada del cuarto donde está la jaula donde me mantienen
prisionero, ¿Cómo llegue aquí?, ¿Por qué estoy aquí?, ¿alguna vez podre volar
libre?, no lo se pero espero saberlo pronto. Siempre está latente ese vacío en
mi interior y no logro apagarlo o llenarlo con nada; las veces que el dolor se
vuelve insoportable comienzo a emitir sonidos de mi boca
olim erat puella
hanc perierat
perdidit et clamavit
redire eius amore
amore tibi ad domum
amor quod non
puella haesitaret
et numquam plures
quod puella iustus soniana
ad domum
in puellae alas
et semper fugere
voluit fugere domum
poterat non
quod puella non a puella
quod puella angelus
Angelus quod nomen
eius nomen erat anael
Siempre emitia los mismos sonidos cuando no
soportaba el vacio, pero después venia unos ruidos fuertes y violentos que
hacían que dejara de emitir aquellos sonidos. Tuvo que pasar mucho tiempo para
que comprendiera muchas cosas, como que los sonidos fuertes que escuchaban eran
palabras, y que los sonidos que yo emitía eran canciones que los que me tenían
encerrada no comprendían y yo apenas si lograba compréndelos a ellos, había
cosas que aun no comprendía su significado. Aprendí que no venían esas
horribles sensaciones si hacia lo que me decían, como volar hasta la cima de mi
“casa” y después bajar de nuevo, girar y sonreír, aunque esas sonrisas que daba
eran más falsas que el hecho de que no estuviera encerrada. Nunca me alimentan,
pero nunca he sentido hambre ni sed, cuando me siento débil, solo me acerco a
los pocos rayos de sol que entran a mi jaula y me siento bien nuevamente. Cada
vez que cae la luna, es momento de volar y sonreír como si en realidad deseara
hacerlo, siempre era lo mismo, volar y sonreír, solamente debía de hacer eso
cada noche, pero esa noche fue diferente; yo hacía lo mismo que siempre para no
tener esas horribles sensaciones en mí, pero por primera vez mire a los ojos
que me observaban, todos eran iguales pero entonces vi algo que me hiso
estremecer, sentía miedo pero al mismo tiempo admiración y atracción hacia
aquel par singular de ojos que veía fijamente. Esos ojos no eran como los que
había visto antes, eran diferentes, únicos, y al mismo tiempo aterrador y
temible, sentía un miedo atroz; esos ojos eran hipnóticos para mí, tanto que al
verlos me perdí, hasta que aquel temible y horrible dolor vino hacia mí de
nuevo, entonces volví a mi triste realidad, y comencé a gotear el mismo liquido
rojo de antes. ¿Por qué tuve que ver esos malditos ojos, que tanta desgracia me
trajeron?, no lo sé; durante toda la mañana siguiente cerraron la ventana que
me brindaba mi luz y sustento, fue el día mas largo e insoportable que
recuerdo, esas horribles sensaciones que no se iban, permanecían conmigo y no
lo soportaba. Entonces escuche como me gritaban
-
Tu adefesio inútil, eso solo fue una advertencia, si
vuelves a fallar
Entonces volví a sentir ese malestar horrible en mí
y vi gotear de nuevo aquel líquido rojo de mí, sabía que debía de volver a
volar y sonreír sin ninguna distracción o volvería esa sensación; callo la luna
y volé y sonreí pero entonces volví a ver los mismos ojos tan temibles e
hipnóticos. Intente ignorarlos pero fue imposible. Pero esta vez, caí al suelo,
caí y un dolor terrible invadió mi cuerpo, sentía que no podía respirar ni
moverme, escuche sonidos de fuera que sonaban angustiados y otros eran de
burla; solo era una diversión para ellos.
Un día escuche muchos gritos y voces aterradas que
venían de fuera de la habitación donde estaba yo, encerrada y encadenada
además, por haber arruinado la diversión; yo comencé a tener miedo también, no sabía
porque gritaban pero no era por algo bueno. Escuche los gritos toda la noche,
hasta que se callaron y llego el amanecer, espere a que llegara alguien hacia mí,
o al menos escuchar un ruido, pero no se escuchaba nada. Ni un murmullo, así
que comencé a cantar
olim erat puella
hanc perierat
perdidit et clamavit
redire eius amore
amore tibi ad domum
amor quod non
puella haesitaret
et numquam plures
quod puella iustus soniana
ad domum
in puellae alas
et semper fugere
voluit fugere domum
poterat non
quod puella non a puella
quod puella angelus
Angelus quod nomen
eius nomen erat anael