jueves, 31 de enero de 2013

Anael


Capitulo 1

Puedo sentir  los huecos fríos y vacios de mi jaula, no logro sentir la diferencia cuando logro sacar mis dedos de la jaula, pero sé que la hay una diferencia, pero nunca recuerdo haber estado fuera, haber sido libre ni nada de eso. No conozco la libertad, para mi es solo una palabra sin sentido. Todo lo que se lo aprendí yo sola, no tengo memoria, familia o recuerdos, lo único que tengo o más bien debería decir que me tiene a mi es esta fría jaula de metal que no me deja irme y nunca lo hará. Nunca sabré porque estaré encerada pero deje de preguntarme eso hace años. No sé nada, excepto esa única palabra que permanece en mi mente por alguna razón, no comprendo nada cuando me hablan aunque los oiga no puedo escucharlos ni hablar. Nunca entiendo nada,  no comprendo el vacio que siento por dentro ni el nombre de las cosas que caen de mis ojos cuando me siento mal, ni que es esa sensación horrible cuando me hacen algo que me provoca que mi piel gotee un liquido rojo o solo se ponga rojo, es extraño, logro identificar los colores y las partes de mi cuerpo, pero no logro identificar estas sensaciones tan extrañas. A veces comienzo a volar cuando veo a mi captor, si no lo hago escucho sonidos fuertes y extraños. No entiendo lo que dicen, si es que acaso me hablan. Quisiera salir de aquí, saber que en realidad hay una diferencia entre estar encerrada y libre; estoy segura que debe de haber una diferencia, aunque sé que es un sueño imposible, vale la pena soñar, aunque nunca lo consigues y sepas que nunca podrás lograrlo, uno tiene que tener esperanza, “la esperanza es lo último que muere” se que escuche esa frase alguna vez, sino como podría recordarla.
No se lo que soy, ni de dónde vengo, solo se que puedo volar, gracias a mis alas que son bancas como la luna, la misma luna que puedo ver desde la ventada del cuarto donde está la jaula donde me mantienen prisionero, ¿Cómo llegue aquí?, ¿Por qué estoy aquí?, ¿alguna vez podre volar libre?, no lo se pero espero saberlo pronto. Siempre está latente ese vacío en mi interior y no logro apagarlo o llenarlo con nada; las veces que el dolor se vuelve insoportable comienzo a emitir sonidos de mi boca
olim erat puella
hanc perierat
perdidit et clamavit
redire eius amore
amore tibi ad domum
amor quod non
puella haesitaret
et numquam plures
quod puella iustus soniana
ad domum
in puellae alas
et semper fugere
voluit fugere domum
poterat non
quod puella non a puella
quod puella angelus
Angelus quod nomen
eius nomen erat anael

Siempre emitia los mismos sonidos cuando no soportaba el vacio, pero después venia unos ruidos fuertes y violentos que hacían que dejara de emitir aquellos sonidos. Tuvo que pasar mucho tiempo para que comprendiera muchas cosas, como que los sonidos fuertes que escuchaban eran palabras, y que los sonidos que yo emitía eran canciones que los que me tenían encerrada no comprendían y yo apenas si lograba compréndelos a ellos, había cosas que aun no comprendía su significado. Aprendí que no venían esas horribles sensaciones si hacia lo que me decían, como volar hasta la cima de mi “casa” y después bajar de nuevo, girar y sonreír, aunque esas sonrisas que daba eran más falsas que el hecho de que no estuviera encerrada. Nunca me alimentan, pero nunca he sentido hambre ni sed, cuando me siento débil, solo me acerco a los pocos rayos de sol que entran a mi jaula y me siento bien nuevamente. Cada vez que cae la luna, es momento de volar y sonreír como si en realidad deseara hacerlo, siempre era lo mismo, volar y sonreír, solamente debía de hacer eso cada noche, pero esa noche fue diferente; yo hacía lo mismo que siempre para no tener esas horribles sensaciones en mí, pero por primera vez mire a los ojos que me observaban, todos eran iguales pero entonces vi algo que me hiso estremecer, sentía miedo pero al mismo tiempo admiración y atracción hacia aquel par singular de ojos que veía fijamente. Esos ojos no eran como los que había visto antes, eran diferentes, únicos, y al mismo tiempo aterrador y temible, sentía un miedo atroz; esos ojos eran hipnóticos para mí, tanto que al verlos me perdí, hasta que aquel temible y horrible dolor vino hacia mí de nuevo, entonces volví a mi triste realidad, y comencé a gotear el mismo liquido rojo de antes. ¿Por qué tuve que ver esos malditos ojos, que tanta desgracia me trajeron?, no lo sé; durante toda la mañana siguiente cerraron la ventana que me brindaba mi luz y sustento, fue el día mas largo e insoportable que recuerdo, esas horribles sensaciones que no se iban, permanecían conmigo y no lo soportaba. Entonces escuche como me gritaban
-      Tu adefesio inútil, eso solo fue una advertencia, si vuelves a fallar
Entonces volví a sentir ese malestar horrible en mí y vi gotear de nuevo aquel líquido rojo de mí, sabía que debía de volver a volar y sonreír sin ninguna distracción o volvería esa sensación; callo la luna y volé y sonreí pero entonces volví a ver los mismos ojos tan temibles e hipnóticos. Intente ignorarlos pero fue imposible. Pero esta vez, caí al suelo, caí y un dolor terrible invadió mi cuerpo, sentía que no podía respirar ni moverme, escuche sonidos de fuera que sonaban angustiados y otros eran de burla; solo era una diversión para ellos.
Un día escuche muchos gritos y voces aterradas que venían de fuera de la habitación donde estaba yo, encerrada y encadenada además, por haber arruinado la diversión; yo comencé a tener miedo también, no sabía porque gritaban pero no era por algo bueno. Escuche los gritos toda la noche, hasta que se callaron y llego el amanecer, espere a que llegara alguien hacia mí, o al menos escuchar un ruido, pero no se escuchaba nada. Ni un murmullo, así que comencé a cantar

olim erat puella
hanc perierat
perdidit et clamavit
redire eius amore
amore tibi ad domum
amor quod non
puella haesitaret
et numquam plures
quod puella iustus soniana
ad domum
in puellae alas
et semper fugere
voluit fugere domum
poterat non
quod puella non a puella
quod puella angelus
Angelus quod nomen
eius nomen erat anael

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