domingo, 17 de febrero de 2013

kathreptys


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"Un dia pesado"

Ya habia sonado la campana de la escuela y apenas si logre entrar antes de que cerraran la puerta principal, cuando entre vi los pasillos vacios y me asuste, hiva a llegar tarde a mi primer dia de clases en la nueva escuela, almenos habia entrado a tiempo pero ahora el problemaera ubicar cual era mi salon, me acomode bien mi gorra para que no se escapara ningun mechon de cabello, no queria que nadie viera mi cabello descolorido, porque entonces no me dejarian en paz. Comence a recorrer los pasillos de mi escuela, hasta que me canse de buscar y fuy directamente a las oficinas de informacion

- hola - le dije a la senora que se encontraba en el mostrador - me llamo Mackenzie Hackham y me preguntaba en que salon deberia estar ya que soy nueva

la senora me miro de arriba a abajo, por un instante me senti acosada y entonces la senora comenzo a teclear en su computadora sin decir nada hasta que volteo a verme

- su salon es el 5-D, pero no deberia conocer esa informacion senorita - dijo algo irritada

No me moleste en decirle nada, solo me limite a dar la vuelta e irme a mi salon, me tomo cinco minutos encontrarlo y cuando llegue a la puerta del salon me senti aliviada y al mismo tiempo nerviosa, como seria mi nuevo salon de clases?, alguien seria amable conmigo?, respire hondo, me arme de valor y abri la puerta del salon e inmediatamente senti las miradas de todos sobre mi y me puse nerviosa

- lo siento - dije algo apenada - llegue tarde

- es ovio - dijo la maestra - joven? - hiso una pausa esperando que dijera mi nombre

-Mack, me llamo Mack Hackham - dije nerviosa

- ah, entonces tu eres el alumno nuevo - dijo un tanto molesta - almenos llegaste - y suspiro algo molesta - bien , busca un lugar donde sentarte - y se volvio hacia sus cosas.

Yo me limite a ver los mesabancos y buscar uno vacio, y mientras recorria el salon con la mirada y entonces me cruce con una chica, solo se veia un ojo era blanco, el otro lo cubria su cabello, su cabello era negro pero si puel era tan palida como la mia, senti su mirada sobre mi. Desvie mi mirada un momento y encontre donde sentarme, deje mi mochila y me sente, levante la cabeza y mire al pizarron pero no habia nada escrito en el, eso me sorprendio; entonces llego volando a mi un avion de papel, lo deshise y era una nota, decia " hola Mack me llamo Brais, bienvenido a la escuela" , esa nota era algo infaltil, pero almenos alguien me dio la bienvenida a la escuela, asi que tome el avion de papel y lo guarde en mi mochila. 

Siento que pase una enternidad en aquel salon de clases, asi que me dedique a contemplar el exterior desde la ventada del salon, me distrage tasnto que no escuche la campana que significaba que las clases habian terminado, hasta que alguien me llamo

- Mackenzie - dijo una voz femenina

volte a ver quien me llamaba, era la chica con un hojo blanco

- ya se terminaron las clases por hoy - me dijo en un tono serio

Entonces comence a guardar mis cosas en mi mochila y la tome, hasta que me di cuenta que habia reaccionado porque me habia llamado Mackenzie

- como sabes mi nombre?

- tu lo dijiste al llegar al salon

- no es verdad - dije confunfida - yo dije que mi nombre era Mack
Pero ella ingoro lo que dije y se dio la vuelta y salió del salón

- Espera, ¿a dónde vas?

Pero parece que ella no me escucho porque siguió su camino sin voltear a verme

- Que chica tan extraña – dije en voz alta

Tome mi mochila y Salí del salón, camine por los pasillos y Salí de la escuela, ahora el problema era como regresar a casa, no preste atención al camino que seguí por estar conversando con ese chico extraño, suspire y me puse a caminar sin rumbo, si estuviese en Minnesota sabría como regresar a casa, pero debo recordarme a mi misma que estoy en Los Angeles

- Hace demasiado calor – me puse a la sombra de un callejón y me quite mi gorra por un minuto y me limpie la frente sudada – odio el calor 

- Y yo odio a los seres como tu – dijo una voz que provenía de las sombras

- ¿Eh? – confundida - ¿Qué dices?

- Dije que odio a las cosas como tú, espejo inútil – lo escuchaba claro, era la voz de un hombre – vaya que eres tonta, salir de tu agujero sin cambiar de apariencia

- ¿de qué rayos me estás hablando? – cambiar de apariencia, ni que fuera plastilina para moldearme

- Basta de charla, tengo un espejo que romper – entonces salió de las sombras

Era un hombre, más bien un chico, era más alto que yo, y tenía dos fundas de pistolas en su cinto, saco dos pistolas, tenia ambas cargadas en cada mano y me apunto con ambas

- Por favor no me mates – suplique
- Los monstruos como tú no merecen vivir, engendro de la naturaleza – cargo las pistolas – muere

Entonces sentí como algo me empujo u caí, esquivando las balas, no vi que era, solo escuche una voz que me dijo 

- Corre

No estaba dispuesta a desobedecer esa orden, así que Salí corriendo hacia donde había gente, pero no me di cuenta que no llevaba mi gorra para ocultar mi cabello y sentí las miradas de todos sobre mi y escuchaba lo que decían

-mira a esa mujer, tiene el cabello blanco

-¿Pues qué edad tendrá?

No soportaba ser el centro de atención así que me aleje huyendo de allí, me puse a la sombra de una tienda y me escondí mi cabello en mi gorra, entonces vi a mi hermana en un auto, se detuvo por un semáforo así que corrí hacia ella 

- Kimberly – le grite

Ella volteo y me vio, algo disgustada, preocupada y sorprendida

- Macky, ¿qué haces aquí? – sorprendida

- Me perdí cuando Salí de la escuela – le dije

- ¿Quién es este? – pregunto el chico que iba conduciendo

- Es Macky, mi hermana – dijo Kimberly sin emoción mirando al chico


- ¿hermana?, jajaja – se burlo el chico, yo me enoje - ¿acaso es un chico muy femenino? – pregunto en tono burlón

- No, Macky es una chica 

- ¿Es una chica? – dijo el chico sorprendido – no luce como una chica

- Esa era la idea – le dije al chico en tono burlón

Mi hermana me miro con desaprobación, pero ¿qué quería que hiciera? Yo me comporto asi con los demás, esa es mi naturaleza y no iba a cambiar por ella; así que mejor que no me comience a dar una cátedra de los mil infiernos. Pero entonces recordé el por que había ido con ella

- Oye hermanita . . . . ¿podrías llevarme a casa?

- Ya que . . . – dijo con una molestia en su voz

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